Inicio » Impermeabilización de tejados en Madrid
En Gemini somos especialistas en la impermeabilización de tejados en Madrid, aplicando soluciones eficaces para evitar filtraciones, humedades y daños estructurales. Utilizamos sistemas duraderos y materiales de alta calidad para asegurar la protección total de tu cubierta frente al agua.
Una buena impermeabilización evita problemas mayores y garantiza el confort interior del inmueble. Nuestro equipo técnico analiza el tipo de tejado, el estado de la superficie y las necesidades del cliente para aplicar la solución más adecuada.
Trabajamos con múltiples sistemas y productos impermeabilizantes:
Alarga la vida útil del tejado
Mejora el aislamiento térmico y evita humedades
Reduce mantenimientos y futuras reparaciones costosas
No todos los tejados necesitan la misma solución. Por eso, en Gemini seleccionamos el impermeabilizante adecuado según el material, la exposición al clima y el uso del tejado.
Nuestros sistemas se aplican de forma rápida y limpia, y ofrecen una protección duradera incluso frente a climas extremos:
La elección del producto depende del tipo de cubierta, su inclinación, el material existente y las condiciones climáticas. Los impermeabilizantes acrílicos son muy versátiles, se aplican fácilmente y funcionan bien en tejados transitables. Los asfálticos aportan una gran resistencia y son ideales para superficies muy expuestas. Los cementosos se utilizan en superficies de hormigón o mortero. También existen soluciones ecológicas, sin disolventes ni compuestos contaminantes, que protegen el tejado sin dañar el entorno. En Gemini analizamos cada caso y recomendamos el sistema más adecuado para garantizar resultados duraderos.
En Gemini aplicamos un protocolo técnico que garantiza un sellado duradero y seguro. Estos son los pasos habituales:
Revisión final: Verificamos la cobertura completa y la adherencia, asegurando que el tejado quede completamente protegido frente a filtraciones.
La durabilidad de una impermeabilización depende del tipo de material utilizado, la exposición al clima y el estado previo de la cubierta. En general, los sistemas más básicos (como los fibratados) duran entre 3 y 5 años, mientras que otros como los asfálticos, cementosos o elastoméricos pueden superar los 10 años. Aun así, recomendamos una revisión profesional cada 4-5 años para detectar posibles fallos, reforzar zonas críticas y evitar filtraciones futuras.
Te responderemos lo antes posible