Inicio » Rehabilitación de fachadas con mortero a la cal en Madrid
En Gemini apostamos por soluciones sostenibles, duraderas y respetuosas con los edificios. Por eso, somos especialistas en la aplicación de mortero a la cal en fachadas en Madrid, una técnica tradicional que sigue siendo la más eficaz en muchos tipos de inmuebles, especialmente en entornos históricos o donde se requiere una alta transpirabilidad.
El mortero a la cal es una de las mejores soluciones para fachadas antiguas, edificios con problemas de humedad o proyectos que buscan una rehabilitación natural, estética y funcional. Su capacidad para absorber y liberar la humedad lo convierte en un material ideal para mantener la envolvente en condiciones óptimas, evitando fisuras y condensaciones.
En Gemini lo utilizamos para:
Rehabilitación respetuosa con el edificio y el medio ambiente
Ideal para viviendas antiguas, centros históricos y entornos rurales
Transpirabilidad natural que evita humedades y mejora el confort interior
En Gemini aplicamos mortero a la cal combinando técnica, experiencia y respeto por los materiales originales. Primero evaluamos el estado de la fachada y sus patologías, como humedades, fisuras o falta de transpirabilidad. Luego preparamos los soportes con limpieza controlada y seleccionamos el tipo de cal aérea o hidráulica natural según el proyecto. Aplicamos el mortero en varias capas, respetando los tiempos de secado y, si se desea, incorporamos pigmentos minerales para acabados decorativos. Trabajamos tanto en viviendas como en edificios, siempre con equipos propios y sistemas de trabajo vertical si es necesario.
El mortero a la cal es un material natural, transpirable y flexible, que permite que el muro respire y evita problemas de humedad por condensación. A diferencia de los morteros con cemento, no genera tensiones internas ni fisuras, y es ideal para edificios antiguos o de mampostería. Además, tiene propiedades antisépticas y es resistente al paso del tiempo.
Se recomienda especialmente en edificios históricos, fachadas tradicionales o construcciones de ladrillo y piedra. También en viviendas con problemas de humedad o que buscan una rehabilitación natural. Es frecuente su uso en cascos antiguos, viviendas rurales, masías, conventos, iglesias o rehabilitación de patrimonio arquitectónico.
El mantenimiento es mínimo si la aplicación ha sido correcta. Con el tiempo, puede requerir alguna reparación puntual en zonas expuestas o repasar el acabado decorativo. La buena noticia es que el mortero a la cal permite intervenciones localizadas sin alterar el resto de la fachada, y conserva su aspecto natural con el paso de los años.
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