Inicio » Cubierta de pizarra en Madrid
En Gemini somos expertos en la instalación, reparación y mantenimiento de cubiertas de pizarra en Madrid. Este tipo de cubierta destaca por su durabilidad, aislamiento y elegancia, siendo ideal para viviendas, comunidades y edificios con valor patrimonial.
Trabajamos exclusivamente con pizarra natural de alta calidad y un sistema de colocación artesanal que garantiza un acabado impermeable, seguro y estético.
Nuestro equipo técnico está especializado en cubiertas inclinadas, estructuras complejas y entornos donde se exige precisión y cuidado en cada detalle.
Vida útil de más de 100 años
Aislamiento térmico y acústico natural
Estética elegante para todo tipo de edificios
La pizarra es un material ecológico, no inflamable y con excelente comportamiento frente al paso del tiempo. Su capacidad de aislamiento y su resistencia a los cambios térmicos la convierten en una solución eficiente y duradera.
En Gemini cuidamos cada detalle del montaje, respetando el estilo arquitectónico del edificio y asegurando la estanqueidad de toda la cubierta.
La pizarra es un material natural, duradero y elegante, ideal para cubiertas expuestas a condiciones climáticas exigentes. Ofrece una alta resistencia a la humedad, a los cambios de temperatura y no pierde color con el paso del tiempo. Además, requiere muy poco mantenimiento y proporciona un excelente aislamiento térmico y acústico. A nivel estético, aporta un acabado sofisticado que revaloriza cualquier inmueble.
El cambio a pizarra suele recomendarse cuando el tejado presenta problemas de filtraciones, tejas rotas, humedades o mal aislamiento. También es una excelente opción en reformas o rehabilitaciones integrales, especialmente si se busca una solución más resistente y de mayor valor arquitectónico. Su instalación supone una mejora tanto funcional como estética.
Las cubiertas de pizarra tienen un mantenimiento mínimo. Se recomienda hacer una revisión visual anual para comprobar que no haya piezas sueltas o desplazadas, especialmente tras fuertes lluvias o viento. En caso de detectar alguna pieza dañada, puede sustituirse de forma puntual sin afectar al resto de la cubierta. Gracias a su resistencia, la pizarra puede mantenerse en perfecto estado durante décadas sin intervenciones costosas.
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